Su complejo sistema de inteligencia artificial I.A.T permite los combates multijugador con hasta 12 participantes. Su T-Mode asegura un entrenamiento sin riesgos para el cuadricóptero, entre los jugadores amateur

La firma estadounidense Propel, experta en el diseño y desarrollo de cuadricópteros y vehículos teledirigidos, ha lanzado este otoño, de la mano de Disney, un objeto de culto para los fans de la saga de George Lucas. Se trata de una edición limitada y numerada de 10.000 drones pintados a mano que reproducen, de manera minuciosamente detallista, tres de los vehículos más representativos de las primeras películas de Star Wars: el caza rebelde T-65 X Wing (la célebre destructora de la Estrella de la Muerte), la Speeder Bike (que, cabalgada por Stortroppers, protagoniza las inolvidables persecuciones del Bosque de Endor) y la inconfundible nave Imperial, X1, vehículo del mismísimo Darth Vader.

Se trata de drones de combate, equipados con rayos láser que permiten, gracias a una sofisticada App, desarrollar distintos esquemas de juego multijugador, desde escenas de lucha, argumentos de robo de planos, acciones de rescate… Los drones disparan estos rayos de luz coloreada y pueden luchar –o comunicarse por láser- entre sí.

100 veces más rápido que WiFi

Esto es posible gracias a las punteras tecnologías LIFI (que permite el envío de datos por luz, a una velocidad 100 veces superior al sistema WiFI), y al complejo IAT (Inteligence Awareness Technology) un mecanismo de inteligencia artificial que garantiza que no haya choques en los modos de juego multijugador. IAT posibilita al dron conocer y procesar, a tiempo real y en cualquier momento de su vuelo, su posición relativa en relación a otros drones del juego.

En cuanto al sistema de vuelo, la retropropulsión de los drones se ha diseñado para imitar a la perfección el desplazamiento real de las naves en el filme, incluidas maniobras especiales como piruetas y giros de 360º en vuelo.

Las naves alcanzan los casi 50 km/h (32 mph) en apenas tres segundos. Y, para jugadores amateur, cuentan con un sistema de entrenamiento (T Mode -training mode). Este consiste tanto en un simulador de vuelo por App para practicar con el controlador del aparato conectado a nuestro smarphone, como en un sistema de seguridad que establece una “jaula” virtual para el cuadricóptero, con controlador de altitud y distancia, de manera que este no pueda sobrepasar unas alturas mínima y máxima y no pueda colisionar o perderse en los primeros vuelos de prueba.

Cada estuche viene equipado con control remoto interactivo (blanco para las naves rebeldes y negro, para las imperiales) y dos baterías para optimizar la performance (cada batería con un tiempo de vuelo aproximado de 8 minutos y un tiempo de carga de unos 30). Se incluyen, asimismo, protectores de las hélices y hélices de recambio.

Los drones tienen unas dimensiones aproximadas de 19 x 11 x 30 cm y pesan unos 2,5 kilos, dependiendo del modelo

La firma Propel, además, garantiza un sistema de atención técnica telefónica con servicio 24 horas y sistema de re-stock de piezas.

COLLECTOR BOX

La edición limitada de coleccionista se presenta en un espectacular estuche de coleccionista lacrado (collector box) y con el diseño de la nave en relieve: un elegante prisma de 18,5 por 18,5 de base y 33,5cm de altura que, al abrirse, se transforma en vitrina de exposición. Cada detalle acústico –durante el montaje y exhibición del aparato- se ha diseñado como una serie de guiños a los devotos de la serie (frases de la cinta con las que el gadget se dirige a su propietario, banda sonora ad hoc, etc)

El precio de lanzamiento de las tres naves es de 199,99 euros.